El instructor del expediente al juez Salvador Alba en el CGPJ, Antonio Jesús Fonseca Herrera, ha concluido que este magistrado debe ser "apartado del servicio", lo que implicaría que no pueda seguir ejerciendo su carrera judicial. Una resolución que ya habría sido comunicada al propio juez.
Según adelanta este miércoles el periódico Canarias 7, la propuesta del promotor de la Acción Disciplinaria ahora debe ser valorada en el pleno del Consejo General del Poder Judicial, que tendrá la decisión final.
Foseca-Herrero considera que Alba debe ser expulsado por haber cometido "faltas muy graves" como "inobservancia del deber de abstención a sabiendas de que concurre alguna de las causas legalmente previstas" o por revelación de secretos.
El expediente también hace referencia a la posible comisión de una falta grave del artículo 418.5, referido al exceso o abuso de autoridad, derivado de su actuación al frente del Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria en sustitución de la magistrada Victoria Rosell, entre el 3 de noviembre de 2015 y el 3 de mayo de 2016.
Fonseca-Herrero abrió en mayo de 2016 diligencias informativas contra Alba a raíz de una denuncia de la magistrada Victoria Roselll, a las que se añadieron después las grabaciones difundidas por varios medios de comunicación de una conversación entre Salvador Alba y el empresario Miguel Ángel Ramírez, en las que se le escuchaba maquinar una declaración junto a un empresario para perjudicar a Victoria Rosell.
"De este modo, el magistrado habría desarrollado una investigación indebida contra la denunciante y su entorno", señalaba el Promotor en el acuerdo de incoación del expediente.
El Consejo General del Poder Judicial rechazó recientemente un nuevo intento del juez Alba de recusar al magistrado que instruye el expediente, Antonio Jesús Fonseca Herrera, promotor de la Acción Disciplinaria.
La Comisión Permanente del CGPJ ya desestimó a finales de marzo la primera recusación formulada por Salvador Alba. En la segunda recusación, planteada el 10 de abril, unos días después de que fuera rechazado el primer intento, el juez insiste con los mismos argumentos, que se resumen en una supuesta quiebra de imparcialidad del promotor de la Acción Disciplinaria y en la existencia de filtraciones en el seno del expediente.